Aunque la invasión francesa en España se produce entre 1808 y 1814, las tropas napoleónicas no entran en Baza hasta principios de 1810, momento en el que Serón junto a los pueblos del Almanzora y sierra de Filabres pasan a formar parte de la subprefectura de Baza, cuyo gobernador fue el general francés André Thomas Peyremont.
El Almanzora no fue una zona de conflicto militar, sin embargo, el gobernador Peyremont ejercía una presión recaudatoria enviando comisiones militares que recorrían los pueblos de la comarca con el objetivo de incautar víveres para la tropa y la caballería. Los franceses empiezan a salir de Andalucía coincidiendo con la promulgación por las Cortes de Cádiz de la Constitución de 1812, conocida como “La Pepa”.
El 24 de septiembre abandonan definitivamente la ciudad de Baza, dejando esquilmadas las arcas municipales, arruinadas las haciendas particulares y en la más absoluta miseria a los vecinos del Almanzora. Hay que decir que en esta época tan difícil, la presión recaudatoria, el robo de bienes y el engaño se producirían en ambos bandos.
Desgraciadamente, el Archivo Municipal de Serón no cuenta con documentación de la época. La información que aporto se ha obtenido del Archivo Histórico Nacional (A.H.N.) y de Protocolos Notariales de Serón. En este trabajo se recogen algunos datos de la ocupación y sus efectos en Serón: requisitorias de alimentos y moneda, bienes secuestrados, jóvenes en la guerra y primer ayuntamiento constitucional.
Hasta la llegada de los franceses, el abogado Josep Calderón y Milán era el gobernador de la villa de Serón y todo su estado. A partir de ese momento y hasta mitad de octubre de 1812 desempeñaría el cargo de alcalde mayor, actuando Juan Manuel Ruíz García como corregidor.
Firma de Josef Calderón y Milán, alcalde mayor de Serón durante la ocupación francesa en la cuenca del Almanzora
La resistencia del pueblo ante la ocupación suponemos que fue escasa aunque hubo llamamientos incitando a la rebeldía como señala un informe, elaborado para los franceses, donde se indica : “…en Serón hay de teniente de cura otro fraile, Tomás, que ha incitado millares de inquietudes…” El informe se refería a Tomás Martínez Corbalán, fraile que había pertenecido a la extinguida orden de Nuestro Padre San Francisco en el convento de Caniles y que en ese momento se encontraba acogido por el párroco de Serón, Benito Antonio Llorente.
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Firma del fraile Tomás Martínez Corbalán
Requisitorias a Serón y Tíjola
Los pueblos recibían requisitorias donde se les indicaba las cantidades que tenían que aportar, responsabilizando a los Justicias , bajo amenaza militar, de su cumplimiento. Las requisitorias llevaban un encabezamiento similar al siguiente:
“Las Justicias de los pueblos que abajo se expresan contribuirán para la subsistencia de las tropas francesas de Infantería y Caballería acantonadas en Guadix con las fanegas de trigo, cebada, carne, jamones, vacas, gallinas, huevos, vino y paja que le irá anotado todo, apercibiéndolas que de notarse el más leve retraso por la falta que hacen dichos artículos pasará Comisión militar a exigirlos a consta de dichas Justicias, disponiéndose que la carne venga sin matar para precaver su pérdida”.
En una de ellas, firmada en Guadix el 26 de mayo de 1810, Serón y Tíjola junto con otros pueblos de la sierra de Filabres reciben una requisitoria exigiendo a Serón, 4 fanegas de trigo, 4 de cebada, 50 carneros, 12 jamones, 68 gallinas y 24 docenas de huevos y a Tíjola 10 fanegas de trigo, 10 de cebada, 12 carneros, 6 vacas, 6 jamones, 30 gallinas y 12 docenas de huevos.
Otro ejemplo sería el de Juan Herrero Sánchez, vecino de Serón, quién en un documento notarial de 1814 manifiesta que “el 21 de mayo de 1810 le fueron requisadas por las tropas francesas 270 cabezas de ganado lanar y cabrío”
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Requisitoria para algunos pueblos en mayo de 1810
Durante 1811 y 1812 los municipios de Serón y Tíjola se ven obligados a seguir atendiendo las constantes demandas francesas de dinero y suministro para la tropa y caballería. En la mayoría de las ocasiones los ayuntamientos tienen que recurrir a personas particulares que adelanten lo pedido con la promesa de que le serán reembolsadas cuando se realice el reparto entre el vecindario. En Serón, una de estas personas fue nuestro fraile Tomás Martínez Corbalán, quién al formalizar su testamento indica: “Tengo entregadas ciertas cantidades a esta municipalidad por contribuciones y pedidos para las tropas francesas…”
En Tíjola, Juan Mauricio Funes fue otra de estas personas quién, después de reclamar varias veces a la municipalidad de Tíjola el reintegro de 7440 reales y no obtener respuesta, les demanda judicialmente. Así lo indica el Sr. Funes en el documento notarial de fecha 20 de noviembre de 1915:
“Por la municipalidad de Tijola de los años 1811 y 1812, en diferentes ocasiones, se le exigieron en calidad de reintegro la cantidad de 7440 reales para cubrir con ellos los pedidos que se les hacían para las tropas francesas, ya en grano y ya en metálico. Al no habérsele abonado la cantidad después de repetidas instancias que al efecto ha hecho a dicha municipalidad se ve en la obligación de demandarle judicialmente…”
Bienes secuestrados al conde de Miranda
Desde 1779 y hasta 1810, el administrador de las rentas y bienes del condado de Miranda en Serón y todo su estado fue Martín Marín Garnica, casado con Manuela de Cózar y Moreno. A partir de este momento y hasta agosto de 1812, los bienes estuvieron secuestrados. Así se constata en la subasta que se realiza de los hornos de pan propiedad del Conde, uno en el barrio de la Solana y el otro en el de la Umbría, por Francisco Fernández Rodríguez, encargado en Serón de los bienes secuestrados. Tenemos también constancia del secuestro de la renta de “minucias” de frutos correspondiente al Conde. Este secuestro se levantaría en agosto de 1812, momento que coincide con el nombramiento de Josep Calderón y Milán como nuevo administrador de las rentas del conde de Miranda en Serón y todo su estado, incluida la fábrica de Herrerías, en El Valle.
Jóvenes de Serón en la Guerra.
Los jóvenes que en 1808 estaban de milicias tuvieron que continuar sirviendo en el ejército español. Transcurridos varios años sus familias no sabían nada de su existencia, lo cual era un problema a la hora de formalizar testamentos. Este es el caso de Manuel Pérez Castillo, hijo de Juana Castillo, vecina de Serón, quien formaliza su testamento a final de 1810 indicando que “hace dos años que salió en las milicias para la guerra y no he sabido de su existencia”. Otros, como los hermanos José y Antonio Castillo Pérez, fallecieron. Manuel Yelamos Gallardo tuvo la suerte de regresar a casa después de estar más de diez años de soldado. En 1815 su padre le hace una donación en vida e indica lo siguiente:
“Mi hijo, Manuel Yelamos, soldado, con más de 10 años de servicio a su majestad por causa de la guerra que ha habido con los franceses, ha regresado a casa después de muchos trabajos que ha tenido, ha sufrido y peligros a que se ha expuesto. En atención al buen servicio que ha hecho a la religión y a la patria en esta última guerra contra los franceses le dona las reses que dejó a su marcha y las crías que en su ausencia han generado”
A partir de 1815 es habitual encontrar donaciones, vía testamentos, para el socorro de los familiares pobres de los soldados fallecidos en la guerra. Lo podemos ver en el testamento de María Trujillo, vecina de Serón y mujer de Antonio Pascual Vergara:
“Mando limosna de 12 reales de vellón para socorro a los padres, mujeres e hijos pobres de los soldados que han muerto en la última guerra con los franceses, cuya limosna se entregue al Sr. Cura como está mandado por Real decreto”.
Sorprendentemente, veinte años después aún encontramos este tipo de donativos en algunos testamentos.
Ayuntamiento Constitucional de Serón en 1812
Hasta la llegada de los franceses, los encargados de la Real Jurisdicción ordinaria de la villa, es decir, los responsables de abrir causas y diligencias judiciales así como el establecer sentencias eran los alcaldes mayores y corregidores. La Pepa introduciría un nuevo sistema de administrar justicia creando el Reglamento de las Audiencias y Juzgados de 1ª Instancia, donde las figuras del corregidor y alcalde mayor desaparecerían. Hacia final de octubre de 1812, Serón contaba ya con un Juez de 1ª Instancia Juan del Puerto, abogado del Ilustre Colegio de la Real Audiencia de Granada.
El 14 de octubre de 1812, Josep Calderón y Milán continuaba actuando como alcalde mayor siendo Diego María Ximenez Jivaja regente de la Real Jurisdicción de la villa de Serón. En esta fecha, el corregidor de Serón Juan Manuel Ruíz García estaba preso en la cárcel de Baza por desacato, injurias e insultos a la Real Jurisdicción ordinaria, hechos producidos el 5 de octubre en la Sala Capitular de Serón.
Ese día, por complicidad en los hechos, son también encarcelados los vecinos Josep León, Juan García Paredes, Ildefonso Domene, Josep Peyro y Francisco Sánchez Peral.
“Se hayan presos en la sala Capitular por complicidad en los insultos y desacatos que causó a la Real Jurisdicción ordinaria Juan Manuel Ruíz, corregidor que ha sido de esta villa”.
La causa fue incoada por el regente Diego María Ximenez Jivaja, siendo estos últimos puestos en libertad a primeros de noviembre, bajo fianza de cárcel, por el juez Juan del Puerto.
No tenemos constancia exacta de cuando se proclama la Constitución en Serón, probablemente hacia final de octubre. Durante el mes de noviembre se constituye el primer Ayuntamiento constitucional con Antonio Requena Domene como alcalde ordinario y Pedro Sola, Pedro Corral, Antonio Ramón Pérez y Manuel Josef Domene como regidores, justicia y ayuntamiento.
El régimen constitucional cae a principios de 1814, coincidiendo con el regreso de Fernando VII y su proclamación como rey absoluto. Durante este corto periodo la plaza de Enmedio pasa a llamarse Plaza de la Constitución (antes, plaza de la Lonja).
La Pepa volvería a implantarse durante el llamado Trienio Liberal (1821-1823). Algunas personas del nuevo ayuntamiento constitucional de Serón en 1822 fueron: Manuel José Domene, Antonio y Tomás Pérez Rubio, Antonio Hinojo Domene, José García, Domingo Pérez Grande, Ezequiel Plasencia y Josef Peyró.
Requerimiento al Ayuntamiento para que presente las cuentas de suministros a las tropas
Terminada la ocupación, la Diputación de Almería apremia a sus ayuntamientos para que presenten ante Intendencia las cuentas de suministros que tengan hechas a las tropas, tanto francesas como españolas, con objeto de ser aprobadas y obtener así las correspondientes certificaciones de abono.
Serón presenta sus cuentas en 1813, siendo firmadas por Juan Corral Domene, Basilio Fernández y Juan Loaisa. Sin embargo, en noviembre de 1820 las cuentas no estaban aprobadas puesto que al Ayuntamiento seguían llegando requerimientos para que se presentaran. Esto obliga a las personas que pertenecieron a los ayuntamientos de Serón entre los años 1810-1814 a manifestar ante Francisco Herrerías, notario de Serón, que “los otorgantes las tienen rendidas con los documentos justificativos desde hace algunos años… remitidas a la intendencia real de esta provincia…”
Algunas de estas personas son: Juan Corral Domene, Basilio Fernández, Juan Loaisa, Antonio Ramón Pérez, Luis de Cruz, Ezequiel Plasencia, Antonio Requena Domene, Felix Domene, Pedro Sola, Pedro Corral y Manuel Josef Domene.
Florencio Castaño Iglesias
[1] Serón era una villa de señorío perteneciente al conde de Miranda, teniendo éste la facultad de nombrar al gobernador y a otros cargos administrativos. Su título de gobernador empieza a tener efecto el 16 de febrero de 1808.
[1] Silva Ramírez, E. “Datos para un estudio de la Guerra de la Independencia en Almería”.
[1] Persona nombrada por el Rey con ciertas funciones tipo judicial y policial en la Jurisdicción
[1] A.H.N. Sección “Guerra de la Independencia”, digitalizada.
[1] A.H.P.AL. Pr. 4294, f. 189.
[1] A.H.P.AL., Pr. 4292, f. 105.
[1] A.H.P.AL., Pr. 4295, f. 288.
[1] A.H.P.AL., Pr. 4292, f. 16.
[1] A.H.P.AL. Pr. 4295, f. 102
[1] A.H.P.AL. Pr. 4300, f. 30
[1] A.H.P.AL. Pr. 4292, f. 161.
[1] A.H.P.AL. Pr. 4293, f. 395.
[1] Similar a las actuales delegaciones de Hacienda.
[1] A.H.P.AL. Pr. 4294, f. 189.
[1] A.H.P.AL. Pr. 4300