Desde que el Ayuntamiento de Serón puso en marcha la iniciativa de conmemorar los 50 años del cierre de la actividad minera de las Menas para pulsar la vitalidad de aquel legado social y económico, no ha parado de registrar señales a su favor. En el mes de junio de 2018 se vertieron sobre el cargadero de esta valiente iniciativa tres actividades dispares pero complementarias. Bajo el lema Legado con futuro, se diseñaron acciones que tuvieran alguna correspondencia con el espíritu de Las Menas. Y no solo se trató de entrever qué secuelas económicas tuvo aquel cierre sino que se procuró detallar también las culturales, las artísticas, las emocionales.
Memoria del Aire Sólido, Hierro+Piedra
Por ello la primera acción puso el foco sobre el legado artístico de aquel emblema que fue la minería de Las Menas. Los días 1,2 y 3 de junio, Memoria del aire sólido congregó, bajo la coordinación del escultor Safi, a numerosos artistas de la provincia. Se trataba de reivindicar el espíritu creativo que siempre sustentó a la minería de Menas. Eduardo Cruz, Uli Schwander, Roberto Manzano, el propio Safi y así hasta casi una quincena de artistas cedieron su obra durante los tres primeros días de junio para que desde ahí se propagara luego el mismo entusiasmo a las numerosas actividades que conmemoraban los 50 años del cierre del poblado minero. Las dificultades de reunir a tantos artistas en una fecha concreta revelaron el gran interés que todos ellos tuvieron por la convocatoria. Se trataba de rendir homenaje no solo a una fecha determinada sino que el impulso estaba motivado también por el culto los materiales emblemáticos con los que se concibió la muestra: hierro y piedra.
Música Mineral
Tras la gran afluencia de público de la primera actividad Memoria del aire sólido, llegó la música. El objetivo de las actividades siempre fue el de emular de algún modo la esencia de las Menas. Y si el arte siempre impulsó aquel modo de vida, la música no podía faltar. La gran tradición musical de Las Menas nunca se diluyó pese al cierre. Los numerosos testimonios de quienes vivieron aquel tiempo destacan la presencia de la música como uno de los hitos de su vida cotidiana. En el archivo fotográfico de Las Menas resaltan los retratos de aquellas numerosas bandas de música en el centro del poblado, con aquellas vestimentas solemnes y la multitud jaleando su presencia. Para celebrar el recuerdo de la música de Las Menas se propuso la alianza de tres tipologías de música y de tres maneras de mostrarlas. Música mineral fue el segundo encuentro en torno a la conmemoración. Para hacer coincidir tres estilos musicales en un mismo instante y que fueran luego complementarios se escogió la didáctica para enlazarlas y la misma fecha del 2 de junio. Entonces llegó Zopli2, un dúo de gran éxito en sus talleres infantiles de música porque, a parte de su relevancia en todo el país (tienen incluso un espacio en el programa La aventura del saber de la 2 de TVE), fueron capaces de captar la atención del pequeño público con propuestas pedagógicas y con interpretaciones a dúo sorprendentes. Su dominio de la técnica y su gran capacidad para hacernos comprender la mecánica de los instrumentos musicales de viento hicieron que su actuación se convirtiera en una auténtica clase magistral para los más pequeños y, claro está, para los más grandes. La dinámica de la actuación de Zopli2 encajó luego perfectamente con la actuación al cante flamenco de la profesora del Conservatorio de música de Almería, Angela Cuenca y al toque de Antonio Luis López. Taller de música de Zopli2 para los pequeños en la Casa de los Cuentos e historia y cante minero y la historia de los palos flamencos en la Casa Nº 7. El resultado fue sorprendente porque se aunaban dos metodologías con las que aprender y divertirse era cuestión de muy poco tiempo. Y para completar esta propuesta musical qué mejor que el sonido de nuestro tiempo, la música electrónica. El DJ Alberground es uno de los músicos electrónicos emergentes con más solidez del sur de nuestro país. Con diversas actuaciones en los mejores festivales de música electrónica, Alberground completó el espacio dedicado a la música mineral amenizando el entretiempo del resto de actividades. No se trataba solo de emular aquel tiempo, sino que también se quería reivindicar un día dedicado a la música igual que se pudo haber hecho en su momento en la explanada de las Menas.
Escultura, música,.. Devolver a los espacios mineros su memoria no era fácil. Y no era fácil porque aquel tiempo concluyó y solo nos quedaba ser fieles a lo que sabíamos que formaba parte de su imaginario. Una de las actividades más emotivas de las que se hicieron en la conmemoración de los 50 años del cierre fue, coincidiendo en la misma fecha que Música mineral, la presentación del nuevo libro de Maribel Garcia Sánchez. Ahora hablamos de historia, de historias documentadas, de itinerarios por aquel tiempo. En el escenario del bar la Estación, se congregó una multitud de vecinos de Serón y de los pueblos cercanos con la única intención de agradecer el esfuerzo de la autora por registrar aquel tiempo vivido. Y fue un éxito porque el recorrido por el libro Las Menas de Serón. Almería. Ruta histórica, sirvió para rememorar escenarios antiguos pero también para rememorar sentimientos archivados. Y todo floreció esa misma tarde con la presentación de Carmen Cuadrado y con la intervención de la propia autora junto a María Fernández y Miguel Reche. Con esta actividad quedaba claro otro de los objetivos de estas propuestas: certificar que aquel tiempo de Las Menas seguía vigente con igual o mayor intensidad.
Las Menas: Análisis de un fenómeno social, económico y ecológico singular en Almería
El orden de las actividades no alteraba su importancia. De la parte más lúdica y emocional, llegó el momento de la geografía, de la economía, de la historia. Con el sobrenombre de Las Menas: análisis y situación de un fenómeno social, económico y ecológico singular en Almería, el día 29 de junio se iniciaron las charlas para evaluar y desentrañar el fenómeno de Las Menas desde diversas perspectivas. Para ello se invitó a tres ponentes de alto nivel en la provincia, Andrés Sánchez Picón, Juan García Latorre y a Rodolfo Caparrós, precedidos para su presentación por Antonio Torres López, Diputado de Cultura de la Excma. Diputación de Almería. El plan era muy sencillo: desvelar las entrañas de aquel fenómeno minero y apuntar nuevas perspectivas de desarrollo. Y se trataba tan solo de apuntar porque la información recabada a lo largo de los años por estos tres investigadores era de tal envergadura que casi solo daba tiempo a apuntar, a apuntar algunos aspectos que demostraban la enorme importancia del fenómeno de Las Menas. Andrés Sánchez Picón, con su perspectiva de la historia económica de Almería subsanó cualquier duda sobre la importancia de la explotación minera. Los datos sobre su productividad, la importancia que tuvo aquel modelo productivo, la conversión de toda una comarca hacia una organización social moderna inspirada en los hitos de aquel periodo como fueron la llegada del ferrocarril a la Comarca, la intensificación de la vida cultural que se generó con la consolidación de la explotación, los fenómenos de la lucha obrera que sucedieron allí a principios de siglo XX, que luego fueron pioneros de la movilizaciones obreras posteriores en zonas del norte del país, fueron esclarecedores para tener una idea nítida de las diversas realidades del paraje minero de Las Menas.
Y del relato de Andrés Sánchez Picón a la sorprendente exposición de Juan García Latorre en la que se desentrañaron algunas de las sorpresas de la jornada. Y fue así porque hasta ese momento no se había mostrado una perspectiva que ahondase en la monumental importancia ecológica del territorio minero de Filabres. Porque Menas es Filabres y los recursos mineros emergen de una fabulosa herencia natural. En la intensa aproximación de Juan García Latorre al legado social y natural de Filabres, hizo extraordinarias incursiones en el legado de los antiguos pobladores, releyó las referencias de los libros de apeo y del catastro del Marqués de la Enseñada para hilar el fenómeno migratorio que nos precedió con el fenómeno de colonización masiva de la minería de Menas. La conmemoración del cierre de las Menas, de los 50 años del cierre es también la constatación de que en aquel emplazamiento natural convergían una cantidad de recursos ecológicos (geológicos, de flora y de fauna autóctona,…) impensables hasta hace muy poco. Y como la charla dejó claro que el legado minero era también el legado natural, la siguiente exposición de Rodolfo Caparrós cerró un circulo imaginario interesantísimo: sobre los mismos recursos que hoy parecen abandonados, está la misma simiente para el próximo desarrollo. Y para ello repasó la peculiaridad de un lugar minero recóndito como las Menas haciendo hincapié en la impresión colectiva necesaria para impulsar cualquier acción de desarrollo sostenible. La convocatoria a este nuevo acto de conmemoración quería clarificar algunas de las cuestiones esenciales en esta nueva perspectiva para Menas. Tras el magistral análisis de su ponentes, quedaba pendiente resolver las innumerables cuestiones sobre su futuro. ¿Menas como un nuevo espacio turístico? ¿Las Menas como nuevo centro de desarrollo económico forestal? ¿Las Menas como centro de actividades innovadoras? Ahí quedaron las claves para una nueva sesión que trataría de poner nombres nuevos a nuevas propuestas.
Las Menas está de cine
La peculiaridad de Las Menas es indudable. Tanto que las propuestas que se plantearon para diseñar el programa de su conmemoración, eran innumerables. Pese a ello hubo una que emergió sin apenas dudas. El espacio minero es un espacio tan especial y contiene tantos elementos arquitectónicos y naturales singulares, que encajaba perfectamente para ser el escenario de un proyecto cinematográfico. Su propia historia avalaba llevar a cabo una actividad de cine. Por eso Las Menas esta de cine iba a servir para certificar el valor patrimonio-cultural del enclave. Y para ello se retomó de la conferencia de Andrés Sánchez Picón uno de los pasajes más intensos: las revueltas obreras de 1918. Con el título de Luna de sangre minera, el equipo de Cosas Varias Films consiguió reunir a medio centenar de personas entre equipo técnico, actores, actrices y figuración. La mayoría de las personas provinieron de Serón siendo muchas de ellas personas que vivieron en aquel periodo de la explotación minera. El resultado fueron dos días intensísimos de rodaje donde se vivieron momentos de gran emotividad por la trascendencia de la temática sobre la que versaba el cortometraje y también porque alguna de aquellas personas revivieron sus propios momentos en la mina antes del cierre definitivo en 1968.
Dos siglos de fotografía documental, con Las Menas al fondo
De la experiencia de un rodaje de cine en los escenarios originales de Menas, llegó el momento de resaltar la importancia de otro de sus recursos más valiosos: su archivo fotográfico documental. Bajo el título de Dos siglos de fotografía documental, con las Menas al fondo, esta actividad tenía una pretensión muy clara: conocer el archivo fotográfico de las Menas y conocer el valor de la fotografía documental minera de España. Para ello se escogieron a cuatro investigadores de gran prestigio. El motivo del título estaba perfectamente justificado porque se trataba de hacer un recorrido por dos siglos de fotografía documental. Juan Grima, director de la Editorial Arráez abrió su ponencia con un nombre insigne para quienes llevan años indagando en la historia de Las Menas: Gustavo Gillman. El trabajo fotográfico del ingeniero Gillman para la documentación de la historia minera de Las Menas es excepcional. Para Grima sin su aportación hubiera sido muy compleja la compresión de aquel fenómeno económico y social. Y como se trataba de fotografía documental, Juan Grima mostró las imágenes que se preservan de aquel periodo, imágenes que el propio Gillman registró con su cámara empleando una técnica y una mirada extraordinarias.
Fotografías inéditas de momentos determinados de la vida en la explotación minera y fotografías inéditas de la vida cotidiana del mundo rural que miraba a Menas. Si la exposición de Juan Grima fue reveladora, la que le siguió a cargo de Enrique Fernández Bolea fue clamorosa. Enrique Fernandez Bolea, profundo conocedor de la fotografía documental de Almería, hizo un adelanto de parte de su amplia investigación sobre la fotografía documental de Almería, haciendo mención, entre otros, al archivo de la Fundacion Fondo Cultural Espín como uno de los reportajes mineros más tempranos y abundantes de nuestra historia, y repasando parte del escaso catálogo de la fotografía de burguesía que progresó a principios de siglo al calor de las explotaciones mineras. De toda su exposición quedó clarísima la tesis de que era de vital importancia preservar a toda costa los fondos documentales fotográficos almerienses, porque sin ellos sería imposible para poder narrar con alguna precisión la historia de Almería y, claro está, tampoco la de Las Menas.
Pero ahí no quedó todo porque el sentido de la jornada también era el de hacer un repaso a la fotografía documental en España. Y para que los ejemplos resultaran clarificadores, Lucía Laín Claësson, investigadora de la fotografía española desde ámbitos tan importantes como los de la coordinación de exposiciones junto al historiador Publio López Mondéjar, nos hizo un fantástico repaso de la fotografía documental minera de nuestro país, constatando con ello las enormes similitudes de la documentación encontrada de Las Menas con las de otras minerías.
El argumento de su ponencia dejaba muy clara la relevancia de la fotografía para comprender también fenómenos sociales cruciales para entender la historia de nuestro país. La fotografía documental industrial, la fotografía de sucesos, la fotografía para comprender el imaginario de las clases sociales de nuestro país y sus instantes más convulsos, como relevó con la única fotografía que se conserva de las revueltas de 1918 en Menas perteneciente al activo del periódico ABC. El recorrido por la fotografía española que nos reveló Lucía Laín puso de manifiesto que nuestra historia nunca se hubiera podido documentar con solvencia a no ser por la existencia de un archivo fotográfico conservado, y el ejemplo más notorio era el de Menas.
El sentido de la jornada esta plenamente justificado porque con el repaso de las tres charlas, el público se pudo hacer una idea más acertada de cómo transcurrieron algunos de los momentos más señalados de nuestro historia reciente. Dos siglos de fotografía documental tenían que concluir con la fotografía contemporánea. Para ello el investigador y profesor Eduardo D´Acosta nos hizo un repaso vertiginoso por la fotografía moderna. Y no dejó apenas espacio para las dudas. Desde la fotografía pictorialista, a la más innovadora, hasta llegar a las nuevas tendencias del siglo XXI. Cartier Bresson, Robert Frank, Cristina García Rodero, la fotografía con smartphone. De siglo XIX al siglo XX, hasta llegar al siglo XXI y sus tendencias. Las fotografía española contemporánea y la fotografía de las redes sociales. El repaso a toda la fotografía en una sola ponencia fue un reto que cubrió con solvencia Eduardo D´Acosta. De esta manera pudimos comprobar cómo el objetivo de la jornada se cumplía claramente: la fotografía ha sido una de las herramientas más potentes para dejar constancia de nuestro paso por la historia. Y tan es así, que su versatilidad y su potencia, sirven aún hoy en día para constatar la presencia humana y cómo se han desarrollado sus relaciones en este mundo.
Ruta audio-descrita por Las Menas
Las Menas 50, Legado con futuro, ha propiciado un tiempo de reflexión en torno a nuestro patrimonio más preciado. El cierre de la explotación minera supuso el cierre de un modo de vida en torno a una actividad económica pero también el despoblamiento de un territorio natural. Por esa razón fue por la que se planteó la Ruta audio-descrita por las Menas. La realización del documental Las Luces del Carburo hace un par de años y patrocinado por el propio Ayuntamiento de Serón, reunió los testimonios de prácticamente todos y cada uno de los protagonistas todavía vivos de aquel periodo. Dada la envergadura de los relatos, se pensó en reunir en un paseo por los espacios mineros, las voces de los protagonistas grabadas para el documental, con una explicación guiada por la experta local y escritora Maribel García Sánchez. El resultado fue extraordinario porque se vivieron momentos de gran emotividad cuando coincidían el audio de aquellos testimonios reales en sus lugares reales. De algún modo un viaje en el tiempo que no hizo sino incrementar la potencia de las historias humanas de Las Menas.
Presentación del libro de Juan Torreblanca Martínez “Historia y memoria de la cuenca minera de Serón-Bacares”
El recorrido por un legado tan importante como el de Menas nunca es sencillo. Y no lo es porque hay mucho en juego. Mucho en juego porque todo tiene una parte de emotividad incontrolable. Las diversas jornadas de conmemoración fueron apuntalando poco a poco nuestro conocimiento de aquel periodo al mismo tiempo que se fue incrementando cierta emoción recóndita entre las personas asistentes a las numerosas jornadas. Rememorar es traer al presente y eso es como revivir. La presentación del libro de Juan Torreblanca fue la culminación de ese estado. Publicado tras su fallecimiento, Historia y memoria de la cuenca minera de Serón-Bacares se presentó en el salón de actos municipal con una afluencia masiva para, no solo ver el libro que Juan Torreblanca no pudo ver publicado, sino también para poder reunirse en torno a su increíble recuerdo. Con la presentación del alcalde de Serón Juan Antonio Lorenzo, la intervenciones no pudieron ser más elocuentes. Desde la de la propia esposa de Juan Torreblanca, María Gracia Pozo, que conmovió al público con sus referencias personales a la figura del autor, y que no hicieron más ahondar en su personalidad inigualable y bondadosa, pasando por las de Juan Grima, que hizo un relato muy detallado del proceso de creación de la obra que se presentaba así como del fenómeno humano, incansable, apasionado, honorable como fue el de Juan Torreblanca. El acto tuvo también la presencia de Andrés Sanz Picón como director de la tesis que dio como resultado el libro que se presentaba y otra más que sorprendió a todo el mundo como fue la de Jean Steensma (ex director Cabarga San Miguel) e hijo de Don Renato, el último director de Las Menas. En cada una de las intervenciones, destacando la de María Gracia Pozo, se subrayó la enorme importancia de la figura del autor así como de su obra, auténtico legado para el futuro de Las Menas.
Nuevas perspectivas de desarrollo en la Sierra de los Filabres. Las Menas como hito en el desarrollo social y económico. Despobamiento y la intervención en el Patrimonio
A modo de reflexión final llegaba el 8 de septiembre la última mesa redonda de los actos conmemorativos. Con el título de Nuevas perspectivas de desarrollo en la Sierra de los Filabres. Las menas como hito en el desarrollo social y económico. Despoblamiento y la intervención en el Patrimonio, la intención de la última jornada técnica era la de vislumbrar el futuro inmediato. Para ello la selección de los ponentes, que encabezaba el alcalde Juan Antonio Lorenzo como máximo responsable de todas las actividades de conmemoración de los 50 años del cierre minero y también como uno de los impulsores públicos más importantes del nuevo rumbo del espacio de Las Menas, no fue gratuita. Tratando de acercarnos lo máximo posible a la realidad venidera y tras la presentación del acto por parte del Delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Alfredo Valdivia, se dio paso a José García Cabello, responsable del Plan de Gestión Integral de la Sierra de los Filabres.
Su tesis principal fue clara. Los espacios públicos necesitan gestionarse para el beneficio público pero sin interrumpir el protagonismo de los actores privados. El PGI, puesto en marcha pocos meses antes, es el modelo de desarrollo madre para el futuro de la Sierra y para Las Menas. Con un presupuesto asignado ya para numerosas partidas de explotación, José García destacó la gran potencia económica y social del entorno. Y para justificar el valor de su tesis, hizo un repaso por la conveniencia de asignar todo el valor posible a las nuevas experiencias de desarrollo en Las Menas, destacando que su singularidad era un activo que no se podía despreciar para el vaticinio posterior: El legado de Menas es puro desarrollo si se aplican correctamente las políticas puestas en marcha. Para completar parte de esa misma determinación se invitó a José Antonio Rueda, gestor del camping de Las Menas, quien aportó una sensacional visión del desarrollo que ya es visible en el espacio minero. Y contó el saldo de su propia actividad y contó cómo se habían incrementado los datos económicos con un reclamo muy elemental: Las Menas es un lugar privilegiado al que la gente esta deseando ir. Su testimonio fue muy revelador porque partiendo de su propia experiencia personal y sentimental, argumentó el impulso que le motiva para la gestión de su negocio anticipando un progreso razonable si confluyen las políticas públicas que se propagan desde el Ayuntamiento de Serón con las de la propia Junta de Andalucía, y su PGI, y las privadas.
El último ponente fue Guillermo Laine San Román, ingeniero de Minas y profundo conocedor de las últimas intervenciones en espacios mineros de España. Su tesis fue rotunda: Menas tiene todos los recursos disponibles para afrontar un desarrollo inminente con todas las garantías. Y lo justificó con un muestrario de otras experiencias de reconversión de espacios mineros de España en los que él mismo había participado y en los que se habían aplicado medidas no estandarizadas con las que el recurso en desuso se había vuelto un recurso productivo.
De Las Menas a La Loma pasando por los Filabres
Para concluir con todos los actos de la conmemoración de los 50 años del cierre de Las Menas, se ideó algo que uniera naturaleza, didáctica, música, homenaje y celebración. Fue así como el 9 de septiembre llegamos al último capítulo de esta aventura: De las Menas a La Loma pasando por los Filabres. Con la solvencia de Rodolfo Caparrós en la explicación del entorno natural, su ponencia fue tan interesante como reveladora. Paisaje y memoria en la construcción de proyectos de desarrollo fue el titulo de una exposición clarificadora de lo que los entornos naturales intactos pueden ofrecer al desarrollo sostenible de las comarcas que los acogen. Pistas para un desarrollo inminente que prosiguieron con una pequeña ruta que emulaba otras del tiempo minero y que discurrió desde Menas hasta el enclave de la Loma, uno de los núcleos habitados de los que se nutrió la explotación minera. Pero no solo se trataba de hacer una ruta sin más, ni una charla con más.
El objetivo era andar por lo andado hasta llegar al cementerio de la Loma y allí rendir un pequeño homenaje a uno de los personajes más singulares de aquel tiempo: el Trovero Castillo. Un homenaje que quería homenajear de algún modo a todas las personas que habitaron Menas hasta su cierre. Para darle solvencia al acto Antonio Mirón, conocedor de la vida del Trovero Castillo y también trovador, hizo una alabanza a las dificultades de aquel arte en tiempos tan complejos. Y destacando la figura todavía reluciente del Castillo trovador, hizo también un repaso extenso de su personalidad y de su propia vida en Las Menas, no exenta de enormes dificultades, lo que le convirtió en un personaje indiscutible para sus vecinos y, claro está, para el arte musical del trovo. Después de la charla a los pies de la propia tumba de Castillo, se interpretaron canciones populares, trovos y bailes sueltos que luego acabaron en la misma era de la Loma como un final de fiesta insuperable con el que de alguna manera se pudo revivir aquel tiempo de las Menas donde las dificultades siempre se mitigaron con el festejo natural y espontáneo de las cuadrillas, aunque ya hubieran pasado 50 años hasta ese día.
JOSE CARLOS CASTAÑO/ Comisario del proyecto